miércoles, 4 de enero de 2012

Cállate

  Me deriva lejos a un lugar, a otro tipo de vida, quitaste mi paraíso y me regalaste el dolor. Todo lo que he celebrado, ahora esta golpeando mi pared, y esta vestido de luto...
   Ahora, no preguntes lo que no lamento, no me reclames sentimientos, no tienes derecho a exigirme nada, ni siquiera preguntes si esto se va quitar,  se borro todo lo que antes era un beso, deberías saber cuando irte de un lugar, deberías aprender a decir que no, deberías aprender a pensar.
  ¿Cuál es el problema? Mi papá está muerto, su corazón quedó ciego en mí... Pero finjo tan bien, que estoy mucho más allá que fingir...
   Mi obsequio  se incendió con la charla que olvidaste  y todo lo que queda en su envoltorio junto con tu inteligencia se fue... Sé que no lo intentaste, no me molesta, es solo que tú no eres la víctima aquí...
   Amas estas cosas porque te encanta verlas romperse... Te importan tanto, que todo esto solo se convirtió en odio.

  No voy a compartir mi vida con tu miseria. Aún me cuesta entender que sigas pidiéndome algo.  ¡Cállate! porque tus llamadas telefónicas no serán contestadas, nadie vendrá por ti, por lo menos nadie inteligente. ¿Cómo será la guerra sin remordimientos?, sin dolor no hay dolor, no hay vergüenza...
¿Estás hablando conmigo? Te lo dije desde el principio, soy todo lo que he querido ser, no voy a cambiar  nada, ni por nadie, menos por ti. Es mejor mirar hacia afuera, cuando deseas algo, es mejor ser digno de el, tanto a morir por ello.
  ¡Cállate! que mi obsequio ahora esta hecho de fuego, voy a quemarlo todo, voy a hacerlo desaparecer. No es que tuviera deseos de nadie, solo no tenia deseos de ti. 
  Eres adicto a toda esa mierda, adicto a las mentiras... ¿Tengo permiso para sentirme herida?  Quizás ya haya comenzado mi juicio, tengo miles de razones para mentir , ¿Son buenas las mentiras blancas? No lo se... pero aun así las odio... No te odio cuando todo se quema y muere, te odio cuando finges estar herido. Espero algún día te duela como a mi me duele... Quizás así emprenderías el por qué, de las cosas.

   Para el resto de las cosas que he vivido, se que lo hago bien. Me alegro de haber venido aquí, aun así, ella este desapareciendo.

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